Desde hace un tiempo manejo mi vocho blanco; pero conducir en la carretera o en lugares pequeños es diferente que entrar por las entrañas caoticas de la ciudad.
La ciudad se vive diferente cuando no vas al volante sorteando los imprevistos, evadiendo los posibles accidentes y con una fila interminable de coches por delante y detras.
Esta fue mi primer vez detrás del volante y definitivamente me gusta más ir de copiloto: dormido, despierto, distraido y más al tanto del entorno pero sin ninguna preocupacion.
Salí librado el primer round; el proximo encuentro bélico entre yo y esa bestia de asfalto no saldré sin el gps , bateria extra y ruta cargada en el maps sin conexión.
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